El educador que se precia de serlo, primero abre su corazón al escolar y luego (o al mismo tiempo) abre su puerta a la escuela, porque la puerta de su corazón es la puerta de su escuela, y los valores que salen su corazón constituyen el corazón de la escuela.Todas las escuelas deberían tener formato de corazón.De cor-razón,de inteligencia sentiente, de esa que enseña más para vivir mejor.
9788433014832
7 Artículos
es_ES.UTF-8
Ficha técnica
Fecha de Publicación
07/2000
Páginas
366
Encuadernación
Rústica
Edición
1ª
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