Dentro de las corrientes humanistas la Gestalt es, hoy día, una rama troncal. Y así como el eneagrama se ha convertido en una herramienta clave en la consulta del terapeuta gestáltico, también inunda muchos otros ámbitos de intervención: educación, empresa, sanidad…
No hablamos de un libro más, canónico en la descripción aséptica y empírica de una rama novedosa de la psicología moderna. Presenta un recorrido por el trabajo de una psicoterapeuta gestáltica con cada uno de los eneatipos, con un lenguaje claro y directo que hace la lectura fácil y amena y da las claves de los procesos terapéuticos. Se aprecian tanto la experiencia como la cercanía en la aproximación al sufrimiento humano y se pone en valor, ante todo, la relación entre paciente y terapeuta, la interacción a la que esta nos aboca.
Se vive como real la máxima de que es la relación lo que cura a las personas, independientemente de la técnica terapéutica empleada. No obstante, dada la gran implantación del eneagrama, nos presenta desde el trabajo en consulta, con personas reales, pautas pormenorizadas y muy didácticas para su uso.
En definitiva, es como un recetario de cocina para no iniciados en el arte culinario. Nos hace amar los fogones en los que se prepara, macera y aliña el alimento que nos nutre y nos ayuda.