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A la buena ventura de los caminos de Palestina.
«Vino a los suyos», escribe san Juan al comienzo de su Evangelio... Vino, pero nunca se instaló.
Jesús pasa: la expresión aparece cien veces en la pluma de los que fijaron por escrito la Buena Nueva, pasa haciendo el bien; acuden a él, le escuchan, quisieran retenerle, pero él se escapa. Tiene que ir más lejos, hacia otras ciudades, hacia…
«Vino a los suyos», escribe san Juan al comienzo de su Evangelio... Vino, pero nunca se instaló.
Jesús pasa: la expresión aparece cien veces en la pluma de los que fijaron por escrito la Buena Nueva, pasa haciendo el bien; acuden a él, le escuchan, quisieran retenerle, pero él se escapa. Tiene que ir más lejos, hacia otras ciudades, hacia otros pueblos. Le buscan, recurren a él, le piden un momento de atención, un gesto caritativo; Jesús responde, pero con discreción, sin fastos, y pide que no divulguen su presencia, porque no quiere que le retengan, a fin de retomar el camino hacia un más allá siempre imprevisible.
Las páginas que componen este librito se proponen ilustrar este carácter particular, profundamente original y casi anecdótico del mensaje evangélico; se proponen también insistir en su aspecto de intensa vivencia, que lo hace tan profundamente auténtico y le proporciona su inmensa fuerza persuasiva.
Ficha técnica